viernes, 25 de mayo de 2012

Hongos

Los hongos alucinógenos, son iconos de una subcultura o contra cultura, que con el movimiento hipiteca en México tuvo su mayor esplendor. Leyendas urbanas de rockeros y viajeros espirituales, dicen que Jim Morrison vino a México a buscar a don Juan Matus y a Castaneda, personajes conocidos por los miembros de esta subcultura. También se cuenta que John Lennon fue a comer hongos a Oaxaca. O María Sabina, la santa de los hongos sagrados, que ha inspirado no sólo a los buscadores de percepciones lúdicas con motivaciones hedonistas. Sino también a investigadores como George Wasson, quien realizó estudios de los más completos acerca del tema, y que al igual que cualquier hipie, no quiso perderse la oportunidad de experimentar al hongo y sus efectos.
Pero antes que los turistas, antes que los hipitecas o los investigadores extranjeros, el hongo ya tenía una larga historia, una relación antiquísima con la humanidad prehispánica. Usados desde tiempos inmemorables, los historiadores de la Nueva España nombraban a teonanacalt (carne de los dioses en nahúalt), prohibiéndolo y satanizándolo. Los historiadores como fray Bernardino de Sahagún, ya hacían referencias al uso mágico y ritual de estos hongos.
Sahagún, Francisco Hernández, y Jacinto de la Serna hicieron constar el efecto narcótico y embriagador que producía la ingestión del teonanacatl, y las extrañas alucinaciones, los sueños multicolores, acompañados a veces de “visiones demoníacas”, de accesos de hilaridad, de excitación erótica, o por el contrario, las fases de sopor, incluso de bienestar que producía la ingestión de estos agáricos.
En fin, el partido que sacaban de dicho estado, durante los ágapes celebrados en la vida comunitaria, los sanadores o curanderos, preparados entonces para revelar el porvenir a los comensales y a las víctimas que acudían para consultarle el lugar donde se encontraban escondidos objetos desaparecidos o las esposas robadas.
También se conoce por los relatos de Diego Durán, que incluso en las ceremonias de consagración de los reyes aztecas, como Moctezuma II, fueron usados. Los usaban mientras bailaban hasta el amanecer, como un vínculo con los dioses y su búsqueda. A diferencia de nuestro actual contexto, se sabe que la ingestión de los alucinógenos era un acto público ritual, y no un acto simplemente lúdico, considerado incluso como delictivo.
Hasta la fecha se han descubierto más de 200 figuras con forma de hongo en Mesoamérica. La más vieja data del primer milenio A.C. Algunas fuentes antiguas sugieren que la lengua maya usaba nombres de hongos para el inframundo. La prohibición cristiana del teonanacatl inició en 1656. Y desde entonces, la subcultura, no sólo de ingestión, sino de adoración apareció en nuestro mundo como tal.Lo más cercano a aquellos rituales prehispánicos lo tenemos en nuestra referencia más próxima: María Sabina. Posiblemente la más conocida de las chamanas, efectuaba rituales donde se usaban los hongos sagrados, principalmente el “derrumbe”, “San Isidro” y “pajaritos”, los más representativos, aunque se conocen en México, más de quince especies con efectos psicoactivos.
Durante las “veladas”, como le llaman los mazatecos a las ceremonias de hongos, se rezan plegarias, acompañadas de percusiones y la quema de copal. Además, la persona que va a efectuar “el viaje”, tiene que tener cuatro días de ayuno, o “dieta” antes y después de la ingestión del hongo sagrado, dos antes y dos después: sin alcohol y sin haber tenido relaciones sexuales, o sin haber comido cosas muy grasosas, frijoles negros o carnes rojas; según los mazatecos de la región, quién rompa esas reglas, será severamente castigado por el hongo. Los mazatecos de Oaxaca les llaman “nti-si-tho”; el prefijo nti, es un diminutivo de respeto y cariño, si-tho, significa "el que brota".
Pero para ellos, el uso no es un simple viaje, sino un acto ritual mediante el que se pretende curar al enfermo. Incluso cuando el movimiento hipiteca llegó al extremo, María Sabina, no podía explicar el verdadero afán práctico del ritual de los hongos a los forasteros. Pues son para curar, no para divertirse.Durante tal movimiento, el ejercito mexicano expulsó a los hipies del pueblo de Huahutla de Jiménez, pues lo llegaron a considerar como un centro de drogadicción. Y para 1971, la prohibición legal en México se hizo realidad, bajo el mandato de Gustavo Díaz
1.- MARCO CONCEPTUAL.
  • EL HONGO ALUCINÓGENO.
  • Los hongos alucinógenos se denominan en náhuatl Teonanacatl, que quiere decir hongo divino(hongos alucinantes de cualquier variedad botánica, en especial las especies psilocybe mexicana. De la especie psilocybe mexicana se obtienen dos alcaloides que son los principios activos que producen los estados alucinatorios: psilocina (4-hidroxi-dimetil-exeptimina) y psilocybina (eter fosforico de la psilocyna. 4-foforilfendemetiltriptamina). Este ultimo alcaloide se presenta en la planta en mayores cantidades.
    La región que dio fama mundial que dio a los hongos alucinógenos, se localiza en la sierra mazateca, en las inmediaciones de Huatla de Jiménez (tierra de Maria de Sabina). Los hongos alucinógenos se siguen utilizando en la región de Oaxaca en la Miseria, la Chinantla, y la Alta Mixteca. Otra de las regiones que han conservado las practicas medicinales con hongos alucinógenos, se localizan en el Estado de México: San Pedro Nexapa, ubicados en las faldas del Popocatepetl; Tenango del Valle y San Pedro Tlaxico.
    De acuerdo con las investigaciones de los Etnobotanicos, Schultes y Reko descubriereon en la decada de los setentas que los matlatzincas de San Francisco Oxtotilpan un “pequeño pueblo ubicado al sureste de Toluca consumian los hongos sagrados” se han obtenido datos importantes quie hacen pensar que tambien los consumian la cultura maya: los Choles y Los lacandones.
    1.1.1 LOS EFECTOS ALUCINÓGENOS DE LOS HONGOS.
    Los efectos alucinógenos de los hongos son de orden cromático, presentan una orientación en relación al tiempo y el espacio; producen una sensación de extrapolación personal. Se experimenta estados eufóricos que muchos autores han relacionado con la embriaguez.
    Algunas investigaciones señalan que pueden llegar a producir dependencia psíquica y también tolerancia.
    La fase de embriaguez se acompaña de alucinaciones coloreadas y sensaciones placenteras. Alucinaciones auditivas con perdida temporal del juicio y raciocinio. Distimas eufóricas y ansiosas.
    La aparición de imágenes maravillosas se sucede arbitrariamente y se puede alternar con imágenes aterradoras. Cuando han pasado los efectos alucinógenos, se presenta una sensación de ansiedad. Es importante señalar que la duración del estado alucinatorio, esta determinado por la dosis administrada las características fisiológicas y la disposición psicológica del usuario.
    Algunos autores como José Luis Marti Tusquest, menciona en que empiezan a representarse los efectos 20 minutos después de haberlos ingerido y sus efectos pueden durar hasta 5 horas. Se presenta un cuadro somático caracterizado por: nauseas, vómitos, alteración en la visión, falta de coordinación psicomotora, alteraciones de la tensión arterial (hipotensión), hiporreflexias tendinosas, agestión facial.
    Como resultado de las investigaciones de G. Wasson y el micólogo Roger Him, se encontró en tierra mazateca un número importante de hongos de la familia strophriaceae, en su mayoría del género psilocybe, así como del género conocybe y del stropharia. Posteriormente, los trabajos de Schultes y Albert Hofmann determinaron que las especies de hongos encontradas en la sierra eran de las más importantes en su género.
    La psilocybe y la stropharia son las más importantes, siendo aparentemente las más significativas psilocybe mexicana, p. Caerulescens var. Mazatecorum, caerulescens var. Nigripes, yungenis, mixaeensis, hoogshagenii, aztecorum, muliercula, y stropharia cubensis.
    Los investigadores han señalado que los chamanes mazatecos utilizan varias especies de hongos de acuerdo a la complejidad de la enfermedad. De lo que se desprende un profundo conocimiento sobre los poderes alucinógenos de cada una de la especies.
    El hongo de la familia stropharia cubensis también se conoce como el hondo de los sentimientos o derrumbes. Su acción es similar al del especie psilocybe mexicana, pero su efecto es mas potente. Otra especie importante es la psilocybe zapatecorum. Se le conoce como hongo santo o corona de cristo.
    En 1957 Albert Hofmann pudo aislar los principios activos de los hongos alucinógenos y determino que el principal elemento que producía los efectos alucinógenos era la psilocybina. La reproducción sintética de la psilocybina y la psilocyna le hicieron pensar en la posibilidad de establecer un uso racional y mas barato que la obtención directa de los hongos. Atendiendo a criterios prácticos resultaba cierto.
    Pero la experiencia LSD, había demostrado amargamente que la circulación de drogas con efectos no estudiados en su totalidad. Posteriormente se pudo comprobar que no todas las sustancias psicoactivas se comportaban químicamente igual.
    1.1.2 EFECTOS SOMÁTICOS
    Los efectos psicoactivos de las sustancias alucinógenas actuan en la mente y el espíritu, permiten expandir o ampliar el contenido psíquico del individuo, razon que explica los matices subjetivos vivenciados; y provocan una percepción subjetiva de la realidad, recreación de un mundo inexistente, que irremediablemente permanece atada a su pasado y presente, a su cultura. Por lo tanto, los efectos psicoactivos son conocimiento y exploración psicológica y espiritual revestidos de un complejo cultural.
    Las drogas alucinógenas actúan sobre el sistema nervioso central. El cuerpo deja de pertenecerse para sufrir una extrapolación de su personalidad. Todos los sentidos (auditivos, olfativos, gustativos y visuales) sufren alteraciones de percepción que provocan experiencias extraordinarias.
    Se presentan la falta de concentración en momentos específicos del “viaje” y es difícil que el pensamiento logre fijar su atención en un tema en particular (efecto psicosomático que no se presenta en sustancias como los psicoanalepticos y psicolépticos).
    No todas las drogas alucinógenas provocan los mismos efectos psicoactivos, cada uno potencializa diferentes niveles en la mente y el espíritu (psicominéticos, psicotónicos, psocolíticos, delirógenos, onirigenícos).
    Los efectos psicosomáticos alteran el funcionamiento del organismo durante y después del efecto de la droga pueden proporcionar un amplio espectro de experiencias: desde aquellas que son confortables y maravillosas hasta vivencias aterradoras.
    La manifestación espiritual sin lugar a dudas es otro valor que se resalta. Esto se constata con el movimiento hippie y se vuelve a confirmar con los sectores de jóvenes de la clase media de la década de los 60 y 70's. Cabría preguntarse que tan cierto o falso resulta la inducción de experiencias espirituales por drogas alucinógenas. Tradicionalmente el consumo experimental de drogas alucinógenas se ha estereotipado “como droga de la espiritualidad”


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